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[Vivir Sin Varices]

Aprende a vivir sin varices naturalmente



Vivir Sin Varices Oficial | Sofia Duquette


Atención Mujeres de Cualquier Edad: ¿Quién más quiere controlar el dolor en las venas y tener piernas de auténtica sensación?

Descubre el Método Exacto Para Controlar las Varices de Forma Natural




El secreto que estás a punto de conocer… (que seguramente no lo conoces todavía)

…es LA DIFERENCIA entre lucir una piel con venas abultadas, combinada con la vergüenza,
la frustración y la pena de mostrar una de las partes más bonita de tu cuerpo…

…y la satisfacción completa que se siente al saber que puedes VOLVER A PRESUMIR
piernas lisas, bonitas, SIN varices…

Y sentir la libertad de usar ropa sexy o ponerte ese traje de baño que se acentúa perfectamente en tus nalgas hermosas y tus piernas suaves como la seda.

Así que si deseas aprender…

El SISTEMA para controlar los malestares causados por las varices y arañas vasculares…

Sin perder el tiempo con trampas, mentiras ni engaños, entonces…

Lee esta información exclusiva, POR PRIMERA VEZ REVELADO!

En unos instantes te voy a confesar algo de mi vida privada que jamás había contado a nadie – hasta ahora – pero te ayudará a lucir piernas bonitas.

Este simple método de reducción de varices puede ayudar a recuperar la autoestima y la belleza natural de las piernas…
Sin pastillas Sin cremitas inútiles Ni cirugías costosas
Todo de forma 100% NATURAL!

Por tanto…

Si quieres…
La mejor alternativa para deshacerte de tus varices Naturalmente Lucir con orgullo piernas naturalmente sexys Olvidarte por completo del láser, pastillas o inyecciones inútiles Verte al espejo y sentir esa confianza de mostrar tus atributos de mujer Ser libre de usar tu arsenal de vestidos, minifaldas, shorts o CUALQUIER ropa que te haga ver y sentir HERMOSA
Entonces, esto es PARA TI.

Esta información es sumamente importante ya que no la encontrarás en ningún otro lugar en Internet, es por eso que te pido cierres tu cuenta de Facebook, pon el celular en modo “silencio” y presta total atención a lo que te voy a confesar…

Porque “esto” te va a ayudar a:
Incrementar tu CONFIANZA Elevar tu AUTOESTIMA Y tener piernas tan lisas como la seda!
Pero, antes de empezar déjame decirte…

¿Quién Soy y Cómo Puedo Ayudarte?

Me llamo Sofía Duquette, casada, madre de 2 hijos (Roberto y Cecilia) tengo un trabajo de medio tiempo como secretaria de un reconocido abogado en mi ciudad.

Hace 9 años nunca hubiera imaginado que mi peor pesadilla podría convertirse en una alternativa importante para ti, para mí y para toda mujer con varices.

Verás…

Pase mi adolescencia y juventud sin preocuparme ni un solo momento por las varices.

Aunque mi madre las tenía desde muy joven, NO creí que esas feas venas abultadas en las piernas fuera hereditarias, por tal motivo ese tema era de poca importancia para mí.

Pero un sábado por la noche, hace apenas siete años, cuando participaba en un certamen de belleza, me encontraba detrás del telón, a punto de salir al escenario…

Mi adrenalina estaba al máximo, a punto de realizar uno de mis sueños más grandes. Gire mi cabeza para mirar al público que estaba sentado, mientras el presentador decía mi nombre y yo daba el primer paso…

Sentí un DOLOROSO latigazo
en la pierna derecha

Me paralicé del dolor, cerré los ojos para evitar que las lágrimas se deslizaran por mis mejillas, respiré profundo y, tambaleando, salí a modelar con la sonrisa fingida.

De un momento a otro la vena se me acalambro y caí al suelo frente a 500 espectadores…

“JAJAJAJA!…” El público CARCAJEABA sin parar – hasta que el maestro de ceremonias pidió respeto hacia mi persona.

Créeme, fue tan humillante que lo único que pensé fue ¡TRAGAME TIERRA!…

“Ese día recibí un ‘golpe fulminante’ a mi autoestima de mujer”

Para acortar mi vergonzosa historia, te diré que esa noche termine en la camilla de un hospital, con la vena hinchada y palpitando del dolor, pero, nada grave – dijo el doctor.

Esa fue como mi “etapa de iniciación” en el decepcionante mundo de las varices.

El médico me explico que por mis antecedentes familiares, yo estaba genéticamente predispuesta a sufrir de este problema y no había nada que pudiera hacerse.

Nada? – Le pregunte.

“No!… bueno lo que sí le recomiendo es no usar tacones, no estar mucho tiempo de pie, hacerse masajitos diarios, bla, bla, bla”

Esa noche no pude dormir pensando en lo humillada que me sentía…

Recordé como mi madre sufrió con este mal y de todas las veces que tiró su dinero a la basura con cremas, tratamientos e inyecciones de espumas totalmente inútiles.



Bueno, conforme pasaron los meses empecé a probar los mismos tratamientos que mi madre usaba, creyendo – ingenuamente – que como por arte de magia a mí sí me funcionaría.

Pero poco a poco me fui dando cuenta que los tratamientos tradicionales que anuncian en la televisión y cremitas que venden en las farmacias simplemente…

¡ERAN ESTAFAS, MENTIRAS Y ENGAÑOS!

Ya que lo convencional no funcionaba, decidí probar métodos más arriesgados y caros como las inyecciones de espuma.

A pesar de que esta técnica es riesgosa porque el gas inyectado podía pasar a mi torrente sanguíneo y provocar embolias o burbujas en mi sangre, aun así lo intente.

Pero…

Los resultados eran desastrosos porque las venas varices y las arañas vasculares SIEMPRE REGRESABAN.

Luego hasta quise optar por la peligrosa cirugía de varices pero uff, era una locura pagar $ 2,000 dólares por una opción tan complicada e insegura. Ademas de no atacar al verdadera causa de mis varices.

Después de tropezar con la misma piedra una y otra vez quede rotunda y absolutamente convencida que…

Los Tratamientos Convencionales
NO FUNCIONAN

Me sentí tan insegura de mi misma que con el solo hecho de pensar en ponerme una falda o vestido corto…

ME DABA VERGÜENZA.

“La gente me va a juzgar y decir que tengo piernas con piel de cocodrilo”

“Van a sentir asco”

“Me van a ver feo”

Eran de las cosas que me preocupaban.

Mi autoestima se vino al suelo de tal manera que hasta para hacer el amor tenía que apagar la luz, ya que no quería que mi esposo me viera las piernas y se decepcionara

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