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Durante muchos años estuve en el mismo barco que tú estás ahora. El Herpes Zoster se estaba llevando lo mejor de mí y parecía que nadie en la “tan renombrada” profesión médica lo entendía o le importaba. Finalmente alcancé un punto en el que ya era suficiente y me di cuenta de que la única forma en la que iba a conseguir librarme del Herpes Zoster (también llamado culebrilla o culebro) era encontrar un camino para combatirlo yo mismo.
¡Hola!
Lo que vino a partir de entonces fue mi determinación para llegar al fondo del problema. Mi problema era el Herpes Zoster. Necesitaba concentrar mi mente científica en lo que exactamente era el Herpes Zoster, cómo funcionaba y cuáles eran sus fortalezas y debilidades. Desde este punto, pude aprender cómo derrotarlo.
¡Mi razonamiento y esfuerzo valieron la pena! Encontré un método con el cual todos los tipos de Herpes Zoster – ya sea un caso agudo en su primera semana o casos recurrentes –, podrían ser combatidos con éxito.
Por fin, tras muchas horas de duro trabajo...
Por fin, ahora puedo compartir contigo esa información en mi nuevo y extraordinario ebook (o libro electrónico), Herpes Zoster Tratamiento. Ten por seguro que esto no es un truco. Si estás buscando judías mágicas o pastillas de colores que no hacen absolutamente nada más que malgastar tu dinero, tendrás que irte a otro sitio.
Lo que he producido es un libro creado tras años de intensa investigación experimental de las características patológicas del herpes zoster; estudiando mediante observación las características del organismo infeccioso que causa el herpes zoster en sí mismo y cómo reacciona con el cuerpo humano. Tengo que admitir que no fue tarea fácil y tuve que llevar a cabo todo este trabajo sin la ayuda de la profesión médica.
La comunidad médica ha sido siempre bastante unánime cuando se trata de discutir el herpes zoster. Todos dicen que nada puede hacerse, que si te toca el herpes zoster tienes que soportarlo tanto tiempo como tarde la enfermedad en salir del cuerpo y que el único “tratamiento” posible son unos analgésicos muy generales y medicación antiviral.
Tan pronto empecé a desafiar esta postura y a preguntar sobre ello, recibí una variedad de reacciones de parte de la comunidad médica, desde negarlo todo y no responder a nada, hasta hostilidad y malas maneras. De lo que me di cuenta a base de dura experiencia es que a los médicos y doctores no les gusta que les digan que sus ideas pueden desafiarse o retarse – particularmente por alguien que no es doctor.
Lo que descubrí es que hay una forma efectiva de tratar el herpes zoster y sus efectos a largo plazo – incluso en esos casos donde la medicación antiviral ha fallado. Desgraciadamente parecía que esto era algo a lo que los médicos eran muy reacios – o quizá incluso iba contra sus intereses escucharlo.
Es cierto. El primer paso para vencer al herpes zoster es venir a mi página web y eso ya lo has hecho – así que felicidades. Puede ser que acabes de ser diagnosticado con herpes zoster hoy. Puede que sea tu primer ataque de esta enfermedad, pero esta enfermedad tarda semanas o incluso meses en desaparecer. De hecho puede que seas uno de los miles de desafortunados que están fastidiados por el hecho de que el herpes zoster puede permanecer latente antes de volver a aparecer, una y otra vez.
Si eres un “recién llegado” a esta enfermedad, odio ser el portador de malas noticias, pero deberías saber que la lista de síntomas posibles es deprimentemente larga. Estos síntomas incluyen los siguientes:
Todo el mundo es diferente y no todos experimentarán todos los síntomas. Sin embargo, incluso el caso más leve de herpes zoster puede ser extremadamente debilitante – algo que conozco bastante. Incluso si eres uno de los “agraciados” que sólo están enfermos durante un mes o así, es probable que te sientas fatal durante ese tiempo; es peor que un caso grave de gripe. Es probable que te encuentres cansado, letárgico y con falta de energía o motivación para hacer incluso las tareas más sencillas. Lo más probable es que tengas un sarpullido o erupción; y el picor de esa erupción será una fuente de constante irritación.
Dos de cada diez desafortunados sufridores de herpes zoster desarrollan una enfermedad particularmente desagradable llamada “neuralgia postherpética” que permanece mucho tiempo después de que el herpes zoster en sí se haya ido. No solo causa dolor en el nervio y un dolor punzante – con más frecuencia en la zona donde apareció la erupción, sino que también puede causar una hipersensibilidad al dolor o incluso una condición llamada alodinia – experimentar dolor por cosas que no deberían doler – por ejemplo el roce contra algo. Básicamente es como si tus terminaciones nerviosas se hubieran descontrolado y no estuvieran funcionando correctamente.
Cuanto antes lo pidas, antes podrás empezar a trabajar en vencer la enfermedad. Merece la pena recordar que cuando eres diagnosticado por primera vez no hay absolutamente nadie que pueda decirte cuánto tiempo van a durar tus síntomas.
Ah, ¿y sabes de esa enfermedad llamada Neuralgia Postherpética que mencioné anteriormente, que puede conducir a un dolor crónico del nervio y que se ha demostrado que afecta a dos de cada diez pacientes con herpes zoster? Bueno, pues piensa en ello de esta forma: Alrededor de un cuarto de los adultos tendrán herpes zoster o culebrilla en algún momento. Fácilmente conocerás al menos a cuatro personas que van a coger herpes zoster, culebrilla o culebro (estadísticamente). Como se supone que tú también la tienes, entonces, estadísticamente de nuevo, entre tú y esos cuatro amigos al menos uno es probable que desarrolle una enfermedad que debilite el nervio. Ciertamente merece la pena pensar en ello y también merece la pena seguir todos los pasos que puedas para parar la enfermedad lo antes posible.
¡Actúa Ahora, si eres un nuevo paciente!
Es el momento de adquirir Herpes Zoster Tratamiento, antes de que la enfermedad avance y tenga la oportunidad de dañar tu salud, tu vida en familia y tu trabajo.
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Pues ahí va, hace alrededor de diez años, yo estaba en forma. No sólo sano, sino “en forma” – el tipo de tío que compite en triatlones y quien va al gimnasio cuatro veces a la semana. Para mí, estar apático era lo mismo que ser perezoso. Mi carrera estaba yendo muy bien y me había casado recientemente.
Todo eso cambió una semana de abril. Me levanté un día y apenas podía arrastrarme para salir de la cama. Pensando que era gripe, llamé al laboratorio donde trabajaba para decir que estaba enfermo y configuré mi correo electrónico en modo de auto-respuesta, diciendo que estaría disponible de nuevo en un par de días. Era la primera vez que faltaba al trabajo por enfermedad.
Tan solo en un par de días las cosas fueron a peor y me apareció una erupción en la espalda que no me dejaba en paz.
Era el momento de ir al médico. En ese momento era la persona opuesta al tipo hippy que no confía en los doctores; esperaba por completo que mi médico de familia me dijera qué me ocurría, darme algunas píldoras y ponerme de nuevo en el camino de la recuperación.
El problema fue que no pasó nada de eso. Después de descubrir que había padecido la varicela, el diagnóstico del doctor fue claro; era un herpes zoster, también llamado culebro o culebrilla debido a la forma que presenta la erupción, similar a una culebra. Al menos sabía lo que me pasaba (¡al menos puedo darle al médico el mérito de eso!), pero la parte difícil fue, de hecho, comenzar la recuperación real.
Al principio me dijeron que tendría que esperar unas cuantas semanas. No había cambios. Entonces me dijeron que le diera un par de meses. No había cambios. Mi erupción desapareció pero me quedó una cicatriz muy fea. En algún momento me pusieron un tratamiento de pastillas antivirales. Los síntomas similares a los de la gripe desaparecieron, pero me quedó la temida Neuralgia Postherpética. Esto me dejó con un dolor punzante, como si me apuñalaran constantemente por la espalda, del que no era capaz de librarme. Estaba gastando analgésicos a una velocidad impensable, pero lo único que estaban haciendo era enmascarar el dolor. Los analgésicos estaban conduciendo ellos mismos a unos efectos secundarios irritantes. No había dormido bien en meses, y todo esto estaba afectando mucho a mi matrimonio. Mi carrera estaba sufriendo puesto que no sólo había semanas enteras en las que no podía ni entrar en el laboratorio, sino que cuando estaba allí no podía concentrarme.
Sí, me encontraba en una caída en espiral y había que hacer algo. Parecía como si mi propio médico se hubiera dado por vencido conmigo completamente. Había estado yendo y viniendo de su consulta más veces en los últimos dos años que en toda mi vida.
Había llegado el momento de agarrar el problema con mis propias manos y eso es exactamente lo que hice.
Comencé investigando sobre lo más básico y empecé a construir desde ahí. Llegué al fondo del estudio de lo que realmente es el herpes zoster. Debes recordar que esta enfermedad es una reactivación de la infección del virus de la varicela.
De esta forma tú, yo y aproximadamente el 95% de la población padeció la varicela cuando eran niños. Para una minoría sin suerte de esas personas, algo extraordinario sucede más adelante. Ese virus de la varicela, que resulta que nunca desapareció por completo, sino que se quedó latente en nuestro cuerpo, decide viajar hasta los nervios de la piel donde se presenta como un sarpullido o erupción en una parte del cuerpo en particular.
Me siento orgulloso de poder decir que encontré respuesta a estas preguntas después de una investigación minuciosa junto con expertos líderes en el tema. Lo que Herpes Zoster Tratamiento revela es cómo funciona la enfermedad, de qué forma reacciona contra el cuerpo humano y los métodos mediante los que se puede parar de forma efectiva el proceso o prevenirlo.
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